El turismo, tal como lo conocíamos, ha entrado en crisis. La saturación de destinos icónicos, la destrucción de ecosistemas y el agotamiento de culturas locales son consecuencias de un modelo extractivo disfrazado de placer. Frente a este panorama, emerge con fuerza una alternativa que no solo responde, sino que propone: el ecoturismo. Este enfoque no es un lujo boutique para viajeros de conciencia verde, sino un cambio estructural en la forma de movernos por el mundo.
En la era contemporánea, el turismo se ha transformado más allá de una simple actividad recreativa; se ha convertido en una fuerza capaz de influir profundamente en la conservación del planeta y en el bienestar de las comunidades. El ecoturismo, como una modalidad de viaje consciente y responsable, no solo permite a los viajeros conectarse

